Para abordar estas incidencias, el primer paso es monitorizar el rendimiento de la infraestructura VDI para localizar el origen del problema. En algunos casos, la única solución es actualizar el componente hardware responsable de que el despliegue no funcione correctamente, pero existen otras opciones que pueden mitigar los efectos de las tormentas de arranque:
–Encender lotes de escritorios antes de que los usuarios empiecen a trabajar. De esta manera se disminuye el número de arranques simultáneos y, por lo tanto, el consumo de recursos.
-Usar equipos de tarjetas de interfaz de red (NIC). Es una solución adecuada cuando el ancho de banda es el causante de los problemas de rendimiento. Se recomienda también liberar ancho de banda desviando tráfico a una NIC diferente a la utilizada por los escritorios virtuales.
-Realizar cambios en el sistema de almacenamiento. Cuando el almacenamiento IOPS es la causa del problema, se puede solucionar utilizando discos SSD para mejorar el rendimiento. Otras alternativas son realizar ajustes en los escritorios virtuales para minimizar el almacenamiento IOPS o cambiar la configuración del almacenamiento.
Para más información sobre cómo implementar estas configuraciones, consulta el artículo completo en inglés
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