Las formas de aplicar las políticas de manera uniforme pueden variar bastante dependiendo de las necesidades del negocio y del número de hipervisores que se utilicen. Sin embargo, se deberían adoptar los mismos permisos administrativos, nombres de máquinas virtuales y políticas de gestión del ciclo de vida de las máquinas virtuales.
Otra de las claves para gestionar adecuadamente una infraestructura de virtualización es diseñar un road map a largo plazo. En primer lugar, conviene evaluar las razones por las que se está utilizando un entorno multi-hypervisor. Después, se puede estudiar cómo mejorar el empleo de varios hipervisores al mismo tiempo o una posible migración. En este momento, puede ser una buena idea consultar a sus proveedores de software para adaptarse a su hoja de ruta.
La migración no es siempre la mejor opción. Supongamos, por ejemplo, que una organización con un despliegue de VMware ya establecido adquiere una empresa que tiene una amplia y compleja implementación de Hyper-V. En este caso, la mejor decisión podría ser mantener los dos entornos separados para aprovechar la inversión realizada en virtualización.
En definitiva, la gestión de varios hipervisores al mismo tiempo es habitualmente complicada, pero puede hacer que las operaciones diarias sean mucho más eficientes si se utilizan herramientas de gestión multi-plataforma y se estandarizan los despliegues aplicando políticas comunes y uniformes. Como hemos explicado en este post, también conviene considerar las implicaciones a largo plazo de utilizar un entono con diferentes proveedores y estudiar su consolidación o una posible migración.
Fuente: SearchServerVirtualization
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