Su misión fue diseñada para un año, ya que es el tiempo que se tardará en viajar a Marte, el próximo destino de este superordenador. Pero un fallo en el cohete ruso Soyuz obligó a retrasar su retorno a la Tierra, previsto para octubre de 2018.
Después de más de un año funcionando a pleno rendimiento, se puede afirmar que el experimento ha resultado un éxito. No sólo lleva funcionando a la perfección todo este tiempo, ha servido para comprobar que es posible realizar experimentos de cómputo intensivos sin ayuda de la Tierra.
Los astronautas lo han utilizado para efectuar cálculos directamente en el espacio. De esta manera, se logra reducir el tiempo que tardan en llegar los datos a la Tierra y se libera ancho de banda del canal de comunicación de la Estación Espacial Internacional con la NASA.
Si los resultados de estas pruebas son los deseados, supondría un gran avance en la misión a Marte, ya que el tiempo de espera estimado para enviar y recibir datos desde la Tierra son de unos 40 minutos.
Está previsto que el Spaceborne Computer regrese a nuestro planeta en junio de este año. Una vez en tierra firme, los científicos de la NASA e ingenieros de HP analizarán los datos y realizarán los ajustes necesarios para que pueda viajar en la misión a Marte, planificada para 2030.
Fuente: Hipertextual.
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