Entre las ventajas de este tipo de escritorios destacan:
-
Gestión simplificada. Los VDI no persistentes se crean a partir de una única imagen, por lo que los administradores sólo tienen que desplegar las vApp virtuales una vez. Lo mismo sucede a la hora de aplicar parches de seguridad, realizar actualizaciones o backup. Con llevar a cabo estas acciones en la máquina virtual plantilla o Golden image es suficiente, ya que estos cambios se aplicarán automáticamente en todos los escritorios virtuales no persistentes basados en la misma.
-
Ahorro. Al estar basados en la misma imagen y no permitir guardar ningún dato ni configuración en el escritorio, se requiere mucho menos espacio de almacenamiento, al mismo tiempo que nos aseguramos de que se consumen únicamente los recursos que se están utilizando en cada momento.
-
Resolución de incidencias. Si se produce cualquier tipo de incidencia, con sólo cerrar la aplicación, el sistema vuelve a su estado inicial entregando una nueva aplicación (en un nuevo escritorio) al usuario de forma totalmente segura y controlada.
Cabe destacar que se trata únicamente de una recomendación, pero que también existe la opción de emplear escritorios virtuales persistentes, de manera que el escritorio virtual en el que está alojada la vApp será siempre el mismo.
Antes de decidir si emplear escritorios virtuales persistentes o no persistentes para generar vApp virtuales Linux, conviene estudiar las necesidades específicas de cada grupo de usuarios. Si tiene duda acerca de cuál es el más adecuado en su caso, puede ponerse en contacto con el equipo de UDS Enterprise a través de [email protected]
0 comentarios