La formación de esta comunidad se hizo oficial durante el evento Paris Open Source Summit celebrado a finales de 2018. Su principal objetivo es que todos los servicios públicos utilicen y desarrollen código abierto, ya que este tipo de software facilita el trabajo colaborativo al mismo tiempo que permite a los diferentes organismos y departamentos públicos compartir y reutilizar las soluciones informáticas. En definitiva, favorece la interoperabilidad entre los servicios TI.
Con esta iniciativa, Francia se une a la lista de países europeos que apuestan por el uso y desarrollo de código abierto. Otro ejemplo es Reino Unido, que lleva años promoviendo el desarrollo de este tipo de software bajo el lema “Hazlo abierto, hazlo mejor”.
En 217 todos los países miembros de la UE y de la Asociación Europea de Libre Comercio firmaron la Declaración de Tallin sobre eAdministración Pública, en la que se comprometían a impulsar el Open Source. El año pasado la Comisión Europea manifestó su preferencia por el Open Source, la República Checa empezó a preparar legislación para promover el uso del código abierto y Luxemburgo lanzó una política pro-Open Source.
Fuente: Joinup
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