Lo primero que se debe hacer cuando nos enfrentamos a un entorno multi-hypervisor es emplear una herramienta que permita gestionar todos los hipervisores de forma centralizada, aunque ninguna de las existentes permite realizar una gestión completa. Un ejemplo es System Center Virtual Machine Manager 2012 R2 de Microsoft, que es capaz de gestionar Hyper-V, VMware vSphere y Citrix XenServer. Pero lógicamente ofrece mejores opciones de gestión para Hyper-V que para vSphere o XenServer.
Las herramientas de administración de entornos multi-hipervisor son generalmente aceptables para las tareas diarias de gestión de virtualización. Sin embargo, para realizar cambios a nivel de infraestructura, hay que recurrir al uso de las herramientas de administración nativa (Hyper-V Manager, vSphere Client, etc.).
Es cierto que existen muchas similitudes entre los hipervisores más destacados del mercado, pero la manera de gestionarlos es muy diferente. Por eso, no conviene caer en el error de asumir que sólo porque alguien es un vExpert puede averiguar intuitivamente cómo trabajar con un entorno Citrix o Microsoft. Así que la formación específica sobre los hipervisores que se utilizan es fundamental.
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