El pasado domingo día 2 de febrero tomaron un snapshot de todos los repositorios con las siguientes características:
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Proyectos que hayan registrado commits entre el 13 de noviembre de 2019, fecha en la que se anunció Artic Code Vault y el pasado 2 de febrero.
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Al menos una estrella y algún commit durante el último año.
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Al menos 250 estrellas, independientemente de cuándo se registró su actividad más reciente.
Según explican desde GitHub en su blog oficial, dentro de cada archivo han incluido una guía para proporcionar algo de contexto y guiar a quién consulte en un futuro cualquiera de los archivos procedentes de todo el mundo. En ella se detalla la ubicación de cada repositorio y se explica cómo recuperar los datos. Proporciona una descripción general de qué es el software, una explicación del código abierto y su ethos, y una descripción técnica de cómo desempaquetar los contenidos del archivo.
Para maximizar el valor del archivo para las generaciones futuras, han formado una junta asesora de expertos en antropología, arqueología, archivo, historia, lingüística, ciencia y proyectos a largo plazo. El pasado mes de enero ya celebraron su primera Cumbre Consultiva y decidieron las líneas que a partir de ahora en cuanto a la visualización, los metadatos y la redundancia de los archivos.
Esta misma semana han iniciado la producción de Artic Code Vault, que tardará unos meses en terminarse. El equipo de GitHub regresará a Svalbard en primavera para depositar de manera oficial la cámara de seguridad con todos los repositorios en el Archivo Mundial del Ártico, una infraestructura construida a 250 metros de profundidad en una montaña ártica.
Durante el evento Satellite que se celebrará el próximo mes de mayo, compartirán más datos sobre este proyecto y la importancia de preservar el software creado de manera colaborativa para que pueda ser accesible por generaciones futuras.
Fuente: Blog de GitHub
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