El fallo afectaba principalmente a dispositivos Lenovo, Acer y Dell y la compañía se vio obligada a retirar esta última release debido a la magnitud del problema.
Desde Canonical han explicado que el causante de los incidentes fue el controlador Intel SPI, que maneja configuraciones de sonido y tiene la capacidad de actualizar el firmware de la BIOS. Este driver sólo deberían habilitarlo usuarios experimentados en ocasiones muy concretas, pero por motivos que se desconocen apareció activado en el kernel de Ubuntu 17.10, causando graves problemas en la BIOS de los equipos.
La nueva versión de Ubuntu 17.10 tendrá este driver deshabilitado, será una imagen ISO actualizada, compatible y estable, que se podrá instalar sin problemas en los dispositivos de cualquier fabricante.
Fuente: Genbeta
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